segunda-feira, 23 de março de 2015

Aprender a Rezar na Era da Técnica - Argentina, Paraguai

22 DE MARZO DE 2015

| SORPRESAS TE DA LA VIDA (DE LECTOR):

Aprender a rezar en la era de la técnica

ABC - Paraguai 
"(...)
Un texto que somete y arrincona sin escape posible. Tengo que remontarme a Bajo el volcán, de Lowry, para repetir lejanamente una sensación así de abrumadora. 
Un texto que somete y arrincona sin escape posible. Tengo que remontarme a Bajo el volcán, de Lowry, para repetir lejanamente una sensación así de abrumadora. No tan parco como austero, sin concesiones ni complicidades de ningún tipo hacia nadie ni con nada, ni siquiera con eso que a veces llamamos confusamente «el placer de la lectura».
Por algo será que resultó ser suya aquella frase que, cuando la conocí por casualidad, guardé para mí y que me hizo rastrearlo hasta encontrar este libro despiadado e implacable que se llama Aprender a rezar en la era de la técnica.
La frase se refiere a lo que solemos suponer sobre la lectura: «Leer no es un pasatiempo. Es un espacio de humanidad y de reflexión que requiere un esfuerzo», dice este escritor al que –ahora que lo he leído– entiendo por qué admiraba Saramago.
No hay en la escritura seca y despojada de Gonçalo M. Tavaresde ningún remanso, ningún pliegue de «belleza literaria», ninguna estrategia para «atrapar al lector», ninguna sorpresa ni truco, ni el más mínimo esfuerzo para construir una «ficción». Al contrario, es un texto de renunciamientos deliberados, de un alejamiento terapéutico de todo recurso que no sea el de lo que yo llamaría una «escritura quirúrgica».
Diría inclusive que deja de ser un «relato» en el sentido que habitualmente damos a las obras de ficción. Se me ocurre que Tavares no buscó hacer un relato, o, en todo caso, que su relato es –y más notoriamente en la primera parte– un relato de razonamientos lógicos, ni siquiera de reflexiones. Razonamientos lógicos pétreos e inesperados, tan extraños como si pertenecieran a un universo totalmente ajeno al que nos es habitual.

Hacía mucho que no encontraba un texto así de poderoso y austero. "